Los que son tranquilos los dejo,pa que me saquen esa punaisas guerreras que vuelan,que me piquan quasi todos los 2-3 dias en la cara.Paran regresando,sacandolas.Asta las aranas y aragnitas me respetan,de chiquillas ya saven que si muevo su tela sacando algo,no se peligro;aca todo esta en orden,cada uno solo en su lado,como gente civilizada.
Uno de los primeros. Este Milano negro fue fotografiado en la campiña atlántica de Rubayo, Marina de Cudeyo, el 2 de marzo. Ahora seguro que habrá muchos más haciendo sus vuelos de cortejo. Espero que os guste